Yo una vez las vi, y me sorprendí de encontrarlas; y quienes las conocían por entonces, saben que ellas eran Huella y Vidala...
porque aquellas señoritas
eran Huella y Vidala
hijas de algún campesino
desalojao' una mañana
porque aquellas señoritas
eran fuertes siempre alertas
rebuscadas por milicos
por luchar contra la pena
Huella y Vidala eran lindas,
hermanitas y orientalas
y yo me alegro de haber estado
esa mañana en la ventana
para ver pasar en armas
a la Huella y la Vidala
para ver pasar cantando
a las lindas orientalas
ya las buscaba la cana
cuando eran dos pendejas
que pasaban en la noche
de corrales a tranqueras
se llevaban el ganado
que tenían conocido
pues había pertenecido
a su padre asesinado
y cuando cayó la cana
se salvaron por los pelos
por un amigo de adentro
que novió con la Vidala
(o tal vez era la Huella
nunca nadie dijo nada)
y a la ciudad ellas se fueron
al cumplirse una semana
poco después, me contaron,
las hermanas trabajaban
en un taller de calzado
y que a veces estudiaban
una quería ser maestra
y la otra una doctora
pues el saber te libera
y la salú es lo que importa
mucho más importa ahora
que se vienen tiempos duros
fuerte el cuerpo debe estar
para alzarnos todos juntos
las hermanas ya sabían
lo que depara el futuro
y sabían que la unión
llegaría, de seguro
y cómo sigue la historia
de estas lindas hermanitas,
hembras fuertes, que me cuenten
de ellas que también escribían
en la escuela y el trabajo
eran ambas muy queridas
con su amor y su firmeza
curaban todas las heridas
porque el dolor y la muerte
siempre huyen al oscuro
al llegar un gran amor
de la fiesta o del laburo
al calor de la pasión
de la causa de los justos
y del dolor y de la muerte
sólo queda algún murmullo
esto era lo que pensaban
las lindas Huella y Vidala
y así así tan convencidas
presentaron la batalla
juntaron a los campesinos,
obreros y estudiantes
de los pagos Orientales
y algunos de Buenos Aires
y a cada uno el arma
el martillo y la bandera
lucha, trabajo y amor
eran su canción sincera
libertad del corazón
quebrando las fronteras
de callarlas y aplastarlas
nunca nunca hubo manera
y cuando estuvieron rodeadas
Huella y Vidala dijeron:
pueblo hermoso, pueblo nuestro,
se ha de acabar este infierno
y al oir esto el milico
ordenó que abrieran fuego
pero amor, lucha y trabajo
siempre seguirán viviendo
Huella y Vidala eran lindas,
hermanitas y orientalas
y yo me alegro de haber estado
esa mañana en la ventana
para ver pasar en armas
a la Huella y la Vidala
para ver pasar cantando
a las lindas orientalas...
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